No voy a entrar en valoraciones políticas sino en comentar la acertada idea del cambio de imagen corporativa del PP:La introducción del color naranja en su comunicación (en el color de las p's y posterior aplicación a todos los formatos de comunicación, desde los posters, colgantes, banderolas hasta llegar al abanico y vestido que la "sexy" (ja) Esperanza lucia en la Pradera de San Isidro. La inclusión del color naranja tiene un objetivo claro: dar calidez, cercanía y vitalidad a la percepción del público hacia el PP, reduciendo las fricciones entre la frialdad del color azul y colocándose en una situación más neutra intentando separarse de la confrontación histórica de colores: el azul de derechas frente al rojo de izquierdas.
La estrategia está bien pensada y aunque su objetivo no pase por captar votantes, si que trabajará en esa parte menos accesible de nuestra mente llamado subconsciente.


No hay comentarios:
Publicar un comentario